2.6.09

Para A de Su

No se quien eligió a quien. No se porqué se produjo la magia. Esa magia de la que hablan los que sucumbieron al flechazo. Sin embargo, aquí no hubo atracción de hormonas ni registros pasionales. Solas tú, yo y un montón de palabras en aquellas palmeras.
Fueron tus zapatos los que ocasionaron el debacle, siempre los recuerdo como una parte más de ti misma.
Hoy que estamos en el mismo lado pero cada una en un punto distinto del meridiano, no puedo dejar de sentir por ti. Siempre conmigo y con los mios, no puedo dejar de echarte de menos.

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