31.12.08

Gracias y Felicidades

Hoy hace tres años, pero estamos juntos hace más. Desde que tuve conciencia de tu existencia, una cálida tarde de Abril.
Mi extraña mente humana, me ha despertado a esa hora mágica en la que por primera vez te tuve entre mis brazos: 6:30 AM.
Tengo muchos recuerdos en mi vida, los mejores contigo a mi lado. Los peores momentos también me los distes tú, debes de saberlo. Todo lo que te haga daño será una lanza acerada fabricada por la impotencia y la incertidumbre de cuando y como será solucionado. Todo lo que te haga feliz será mi fuerza y motor para respirar cada día.
Con el tiempo aprenderás cuanta importancia le doy a las palabras, por eso siempre ando buscando la exacta, la precisa para cada momento. En este día tan especial para ti, en este día de regalos, tartas y serpentinas, no será felicidades mi palabra favorita, aunque también está presente, yo elijo gracias. Gracias por existir.

29.12.08

No nos diremos más que nada en voz alta

Cada vez que naufrago en el cieno de mis malos pensamientos, pienso en ti y una sonrisa rompe estos deshidratados labios que nunca te han besado. Cada vez que miro mi vientre y veo todas las llagas que su inconsciencia me ha causado, pienso en ti y en las hermosas palabras que permanecen en el último sms que me mandaste. Cada vez que siento como una lágrima surfea entre las arrugas de mis patas de gallo, pienso en ti y creo en la llegada de tiempos mejores.
Mañana, al despertar, cuando esta tormenta haya pasado, te miraré, me mirarás y no nos diremos más que nada en voz alta.

Otra vez más

Lo has vuelto a hacer una vez más. Esto va a reventar. Va a reventar y ensuciará lo que no está escrito. Tiene guasa la cosa, ¿verdad?. Pensaba que estaba escrito todo en mi memoria, pero hay cosas que sucumben al calor de las reconciliaciones. Se me olvidan y vuelven cuando veo mis buenas intenciones tiradas en el contenedor de papeles y cartones.
A la vuelta, cuando haya viajado lejos y vuelto otra vez a tus pies, puedes darme otra patada si quieres, amor mio.

9.12.08

La partida

Si te soy sincera, aunque tú lo llames cinismo, lo que más me molesta es no haberme dado cuenta de tu partida. Haber avisado,hombre, te hubiera pagado el viaje de vuelta.
Un juramento como el que hicimos, un juramento eterno, no tiene basamento cuando se comprueba que la eternidad en sí, no es más que el día a día. Y eso se convirtió en demasiado.
Ahora que te has ido, sientes la rabia del niño al que arrebatan su argumento, aquel que no se ciñe a la norma adulta. Por que cuando te fuiste yo ya no estaba. Me fui diluyendo en el desencanto de tus preguntas absurdas. Mi clerical silencio era mi ausencia. Entre tus brazos me sentía como una atea en misa.
No fuiste el primero en abandonar el barco, la primera fui yo, la que se llevó el salvavidas. La que no necesitó hombros, ni pañuelos, ni tilas.

5.12.08

La bandera

Hoy hemos creado una bandera. Ellos han elegido los colores a través de una votación en la que cada cual ha expresado, sumido en el silencio respetuoso de sus compañeros, que color quería que estuviera presente. Han decidido que nuestra bandera sea: roja, azul y amarilla. Previamente a la elección han copiado en su cuaderno el significado de cada color, por lo que sabían que el rojo significaba valor, el azul sinceridad y el amarillo inteligencia. Entre todos la hemos pintado y le hemos jurado lealtad.
A partir de ahora, esos tres colores serán nuestro referente. Así somos en la clase de primero A: valientes, sinceros e inteligentes.
Lo mejor de todo: la solemnidad con la que sus gestos han acompañado el acto.
Al final de cada jornada diaria, deseo que el trabajo realizado no desaparezca entre las paredes de mi aula. Que las palabras, los actos y los sentimientos que allí emergen, sirvan para que estos niños y niñas sean personas íntegras el día de mañana. No todo son letras y números.

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