Arranque de jornada laboral

Buenos días. Rotonda. Semáforo. Ceda el paso. Turbulencia. Semáforo. Ceda el paso. Turbulencia. Rotonda. Subnormal que no utiliza el intermitente. Gritos. Risas. Autovía. Erizo. Chof. Comentario sobre una madre petarda. Risas. Aeropuerto de Talavera. Audi pidiendo paso, ¿no ves que está adelantando a un camión?. Imbécil. Risas. Un avión en el cielo. Nubes. Comentario sobre un broche de Sanasysalvas. Risas. El locutor de Cadena Dial es lo peor. Comentario sobre el nuevo hit de Bisbal. Aghhh. Radar, bajamos a 120. A la derecha, triángulos de señalización. A la izquierda, Guadajira. Comentario sobre Pumuky. Risas. Mala leche. Risas. A la derecha, Lobón cinco estrellas.
Reducimos. Puente. Patos. Grullas. Ráfagas a Miguel, no se entera. Un tractor cargado de aceitunas. 50. Llegamos tarde. Comentario sobre la dire. Risas. Acojone. Semáforos. Pensionista suicida en un ceda el paso. Niños corriendo y madres arrastrando carteras. Paramos. Bajamos. Miradas. Madres. Comentarios. Campana de entrada. Mirada de la dire. Niños. 25 Niños. Vértigo. Silbato. ¡Buenos días, seño!.

Una parte. ¿Puedes imaginar la otra?

No lo sé. Tal vez mañana pueda decirte algo, pero ahora no. Por supuesto que te entiendo. Porque una vez yo estuve igual. Claro, pero mejor mañana. Ya te lo he dicho, tengo que pensarlo. No lo sé. Si lo prefieres de ese modo estás en tu derecho. Claro que me duele. No estoy pasando de ti. No me grites. No. Voy a colgar. Haz lo que quieras. No. Te vuelvo a repetir que no paso. Porque no. Porque es mejor dejar reposar las cosas. Me da igual. No. No he dicho eso. No. Tú no me das igual, no cambies mis palabras. Perdonada. ¡Qué sí¡. No me enfado, estoy harto. Venga. Vale. Adios. ¿Qué?. No puedo. Vale, ya cojo el tuyo. Que no. Pues porque no me sale. Venga. Adios. Si. Chao.

Nota al lector: Si puedes imaginar la otra parte, esto ya lo has vivido....

En capilla

Así estáis a día de hoy: "En capilla". Esos dos muñecos que mostráis en vuestras camisetas entrelazarán sus manitas el próximo sábado. Creo que en mi recuerdo va a permanecer sellado la pasada noche de San Juan por mucho tiempo, cuando nos pedíais que os acompañásemos a visitar una finca. No soy muy de pedir deseos, ni de encomendarme a santos, ya me conocéis, pero esa noche, durante los fuegos, si que pensé en vosotros, en vuestra felicidad. Un poco absurdo, no vais a ser más felices el lunes de lo que sois ahora, pero si vais a sentir que habéis cruzado una línea más de las metas que atravesareis en esta vida. Y además esta etapa tiene premio: un bonito librito azul con muchos deberes por hacer. A partir de ahora, las etapas venideras las haréis juntos bajo una sola bandera: Fernández Castillo o Castillo Fernández, eso a vuestra elección. Lo mejor para mí es que me permitáis permanecer de espectadora en esta y en las futuras. Gracias chicos, sed felices!.

A Nora

Llora, niña. Aplaca esa ira. Llora que te entiendo. No sabes como. Se veía venir, mi cielo. Tú querías, tirabas, pero no fue sufiente. Te venció la gravedad en forma de evidencia. Al principio te daba igual, verdad? Las hormonas son el parapeto perfecto. Pero eso se acaba. Luego fueron las metas, aquellas que creías tenías que cumplir. Pero tu no eres tan ilusa, no me digas que en el fondo, no lo intuías. Las metas sin trofeo, el frio del glacial. No sabes si te dolía más que te dejara siempre en pelotas o que jamás te echara un cable cuando te ofendieron en su presencia. Pocas veces te escuchó, y menos fueron las que te dió aliento. Eso si, tú a su lado, escuchando, aconsejando, aplaudiendo. Los aplausos que no faltaran. La última tontería ha llenado el cesto y la ropa sucia ha empezado a desbordar por todos sitios. Ya no hay antídoto contra las manchas para tanta mierda. Egoísta, egoísta elevado a infinito. Quienes conocemos tus ojos, veíamos esa tristeza. Pero como decirte, como preguntarte. Llora, madre. Toma un pañuelo. No te de verguenza, por eso, contárselo a los tuyos, no temas el rechazo. Muchos nos dábamos cuenta cuando escuchábamos tus silencios. Y al que no lo entienda que le frían, ya no tienes que sufrir por eso. Que bastante tienes. No mires para atrás, no vaya a ser que tropieces y te hagas daño en el valor ahora que lo tienes henchido.

Tus ojos

Siento pudor cuando me miras. Es por eso, que me cuesta sostenerte la mirada. Tus ojos, marrones, pequeñitos, corrientes, emiten una honestidad que duele. Son un oasis para mis dias. A veces me pregunto donde escondes el daño que te ha hecho la vida. Los ojos tienden a ser el reflejo de nuestro pasado. El espejo del alma dicen. Aunque conocí almas sucias con ojos transparentes. Pero los tuyos no reflejan aspereza alguna. Nunca.
Cuando cierro los mios pienso en los tuyos, eso me da paz. No pienso en ti, no pienso en nosotros. Solo en lo aséptico de tu mirada. Y me duermo tranquila.
Llevaba algunos dias sin verte, me encontraba a oscuras. No echaba de menos tus brazos, ni tus caricias, ni tus besos. Porque yo nunca me he enamorado de ti, de hecho, hay muchas cosas tuyas que no soporto, cosas que harían imposible nuestra convivencia. No quiero entrar en detalles: ya me conoces, ya me has sentido.
Ayer puse una foto de ellos en mi mesilla de noche. Es un poco ridículo. Imprimí la foto que te hice en el cumpleaños de Nines. Recorte tu absurdo flequillo y tu patria nariz borbona. Me quedé con tus ojos. Salí a comprar un marco exclusivo para ellos. Lo encontré en esa tienda donde tu primo puso la lista de bodas. Es de cuero rojo puta. No pude resistirme, allí los he encuadrado.
Y desde ese balcón me miras, cada noche, cuando me inunda el desasosiego, enciendo la lamparita, te encuentro. Nunca pienso: "te quiero".