26.11.08

Te he dado

Te he dado. Una inocente y sutil mirada ha bastado para desestabilizar tus hormonas. Parecías un escarabajo panza arriba: indefenso y voluble. Ha sucedido sin más, no pretendía llamar tu atención. El daño que se hace sin querer no produce tanto dolor al que lo recibe como remordimientos al que lo ocasiona.
Aquí estoy: pensando que piensas en mi, sufriendo creyendo que sufres, intentando encontrar el modo de destruir tus esperanzas.

Estadísticas