22.12.09
Feliz Navidad 2009
1.12.09
Reciclando
Al natural
28.11.09
Perdidos en el supermercado
Después de baños, cenas, cuentos y buenas noches. Después de poner al fuego las cazuelas con la comida para mañana. Después de corregir exámenes, de elaborar nuevos ejercicios, de preparar la labor de aula del día siguiente. Después de poner lavadoras y de comprobar que zapatillas y babies están listos para otra jornada escolar. Después de pasear al perro, de ponerle su comida, de darle su ración de mimos. Después, sólo después y robándole horas al sueño ha vuelto a aparecer por casa Lúa Gramer.
Con los cascos en las orejas y con la ilusión en nuestros pensamientos hemos vuelto a aprovechar las horas nocturnas para transformar nuestras emociones en forma de canción. Sin hacer mucho ruido, la complicidad que nos une ha creado "Perdidos en el supermercado" una versión de The Clash, de su afamado álbum "London Calling". Nuestro granito de arena para el concurso que organiza "Hoy comienza todo" de RN3. No hay premio material, tampoco lo buscamos. Buscamos seguir disfrutando con lo que hacemos y lo hemos conseguido. Con creces.
"Perdidos en el supermercado" se puede escuchar en:
11.11.09
El garabato
9.11.09
A quince kilómetros por hora
2.11.09
Girando a compás patrio
21.10.09
Solo apto para amigos
15.10.09
El Guiñol
Diecisiete
Ese día fue extraño. Andaba por el piso frenético con ganas de ordenarlo todo, quería causarte buena impresión. Tomás me había hablado mucho de ti, de la tímida amiga de Mabel. Tanto me había contado que tenía una gran curiosidad por conocerte, no podía presentarme como alguien desordenado. Todo debía estar bien. Cada cosa en su lugar, algunas nunca lo habían tenido, con lo cual había que buscárselo. Ya sabes, dos chicos solos.
Mabel nunca me había soportado, no sé como la convenció Tomás para que accediera a presentarme a su mejor amiga. Debió de ponerse muy pesado, la verdad. Cuando sonaba el timbre con dos pitidos cortos, impertinentes y mi compañero corría a contestar, sabía perfectamente que esta chica aparecería en segundos destrozando nuestra paz estudiantil , encerrándose con él en su habitación para entonar gemidos que nunca intentaban encubrir. Guarrilla y viciosa, así era la novia de mi compañero de piso.
Por eso me sorprendía que alguien como ella pudiera tener una amiga como tú. Como te describía Tomás. Siempre pensé que exageraba sobre tu aspecto, sobre tu forma de ser. De ahí mi curiosidad, de ahí y de otras cosas. Yo tenía 24, estaba en cuarto todavía, mientras que tú con tus 20 estabas en segundo con algunas de tercero. Debo confesar que nunca me fijé en ti por los pasillos de la facultad. La verdad es que nunca me fijaba en nadie.
Encargamos comida china y el chino llegó antes que vosotras. Recuerdo el arroz frío y las bromas sobre sus guisantes duros. Te reías poniendo la servilleta sobre tu boca, aunque en ese momento no la tuvieras llena. Nos bebimos dos cartones baratos de vino tinto con casera. Los tortolitos en celo se fueron a su habitación, no recuerdo la excusa, tampoco la necesitaban ni ellos ni nosotros. Entonces nos quedamos solos y sólo entonces pude conocerte.
Cogí el abrigo para acompañarte a tu casa y susurraste que fuera no hacía frío. Lo volví a colgar en el perchero de la entrada.
Cuando bajamos, el termostato de la parada del bus, marcaba 17 grados. Nos miramos, nos reímos, te di un beso en la mejilla y lo convertimos en nuestro número de la suerte. Era diecisiete de abril de 1993.
5.10.09
Entre sábanas grises
Las gotas emborronando el cristal me impiden ver la calle. Pequeñas gotitas golpean sin cesar fusionándose unas con otras, formando furiosos regueros que desembocan en el alfeizar de la ventana. El cielo, cubierto de nubarrones espesos, se erige como primer juez de mi acto.
La piel de tu pie derecho, de blancura marmórea, contrasta con el esmalte rojo bermellón con el que te has pintado las uñas. Con un trazo seguro, perfecto. Precisión de cirujana.
Clara, Clarita. Mi Clara. Siempre mía. Nunca me has sabido explicar porque te pintas las uñas en invierno. Nunca he sabido entender el porque de esas perdidas de tiempo. Tú, que siempre duermes con calcetines.
Sábanas grises te envuelven por completo, esas sabanas calientes donde han retozado nuestros cuerpos. Donde hoy tal vez tu orgasmo no fuera fingido. No, Clara, hoy no lo ha sido. Hace mucho tiempo de aquello, hoy había deseo. Sábanas arrugadas, sudadas, manchadas, sucias, sabanas que te cubren entera, a excepción de ese pie.
Me voy, mi amor. Despacito, sigiloso, no quiero enturbiar el sueño causado.
Nos veremos, no se si mañana o pasado, a lo mejor en una semana. Tal vez, en nuestro próximo encuentro ya no quieras dirigirme la palabra.
30.9.09
Las virutas de Pablo
24.9.09
Paseando mañana
10.9.09
Los gallos de corral no mueren de viejos
No es que fuera mejor que tú, es que ella era diferente. Y no podías soportar esa diferente actitud que imprimía en todos sus movimientos.
Podrías haber intentado comprender que en las diferencias, en los matices sutiles que tildan cada uno de los actos que acometemos a diario, en esas disparidades diarias que nos representan, se encuentra la esencia íntima de cada ser. Podrías haber intentado aprender, maestro.
Fue entonces cuando lo decidistes ¿Verdad?. Decidiste poner fin a su existencia. De la forma más sutil posible, imperceptible para los demás, imperceptible hasta para ella misma.
Cada día una minúscula dosis de desprecio, cada día una diminuto acto de destrucción. Unos días lanzabas rumores, otros, comentarios irreales que tus orejas señalaban como salidos de su boca. El aforo receptor, siempre ávido de carnaza, asentía expectante para después airear tus palabras con la locuacidad absoluta que caracteriza a los mentideros.
La hicistes desaparecer con un plumazo de tus alas, así quedaste el gallinero tranquilo, con su gallito pavonéandose contento.
Pero recuerda, don Julio, recuerda: no hay gallo de corral que muera de viejo. La conciencia que caiga sobre ti quizás tenga forma de pepitoria.
9.9.09
Emancipando tus zapatos
8.9.09
Hasta pronto
14.8.09
La plegaria
12.8.09
Como el friki puede pasar desapercibido
La casa de Rosita
2.8.09
Los esquimales no se mueren de frío
30.7.09
Bolerito, bolero
28.7.09
Final de la historia de amor que mantuvieron las dos partes de un compás.
18.7.09
Hasta el final
17.7.09
Se me cayó el santo
6.6.09
Otra vez lo has sentido
Pero tú ya no tienes que silenciar nada, si acaso, remotamente tu ego. Aquel, que entonces se quedó tan maltrecho, ahora reclama un ombligo profundo y enorme donde recrearse a sus anchas.
Tormentas como las de ayer, ya no son necesarias.
5.6.09
La actriz principal
Me acostumbré hace algún tiempo a ello. No me importa reconocerlo. Qué más da.
De entre todos, el que más adoro representar es el que tú me otorgas. Ese que marca como debo vestir, peinar, hablar, cruzar las piernas. No creas, no es una queja. Para mi, así es más fácil.
No encontraría otra forma de que siguieras a mi lado.
Solo espero que nunca dejes de darme el papel principal. Solo espero que nunca deje de ser tu protagonista.
2.6.09
Ya somos más
Creer que eramos más fue lo peor. Nunca fuimos más. Siempre fuimos los mismos. Pocos.
Yo nunca creí que fuéramos a salir del sitio. Nunca pensé que hubiera tantos locos dispuestos a perderse en nuestro delirio. Pero tu si lo creíste. Lo creías y todavía lo crees.
Todavía sigues pensando que hay gente que deja notas tras los espejos de los baños públicos. Te niegas a admitir que ya solo encontrarás polvo y telarañas.
Es el olvido, compañero, lo único que a estas alturas ya no nos podemos permitir.
Para A de Su
Fueron tus zapatos los que ocasionaron el debacle, siempre los recuerdo como una parte más de ti misma.
Hoy que estamos en el mismo lado pero cada una en un punto distinto del meridiano, no puedo dejar de sentir por ti. Siempre conmigo y con los mios, no puedo dejar de echarte de menos.
1.6.09
Lastreando
Ahora he aprendido a vivir sin ser feliz, sin ya siquiera querer pretenderlo. Por lo menos no me angustia la idea y solo he de limitarme a ver pasar los días. Uno, dos, tres, y así hasta treinta mensuales. Cada vez con menos pelo y el poco que me queda se vuelve blanquecino. Alguien me dijo una vez que a los calvos no le salían canas. Otra mentira más de las muchas en las que naufragaron mis esperanzas.
Ya no se quien es ese que cocina en mi cocina ni que duerme en mi cama. Ya no reconozco más que sombras en el vacío de mi habitación. Entre ellas la tuya: frágil, oscura, armoniosa, la que me lleva cada noche a los confines del sueño.
15.5.09
Lua Gramer
Hace poco, vinieron a cenar a casa una pareja muy especial. Docentes como nosotros, este es su último año con la tiza en la mano. Se jubilan, aunque no dejarán nunca de enseñar. Son de esas personas, cuya calidad humana y profesional hace que siempre se esté pendiente de sus palabras porque dan mensajes sencillos, útiles y verdaderos. A poco más de un mes de que finalice el curso, les pregunté si no les daba pena dejar el barco. ¡Qué ilusa me sentí a su lado¡. Pues claro que no les da pena, aquí su contestación: La vida son etapas, una se cierra para que empiece otra, igual o más emocionante que la anterior. Nunca peor, porque uno ha ido aprendiendo de los errores.
Yo tenía miedo de Lua Gramer, de empezar algo nuevo a estas alturas. Pero Gabriel y Ángela me han enseñado que nunca es tarde para emprender nuevas emociones.
Febrero-Retrovisor
La vida, a veces injusta, muestra su guadaña. Uno de nuestros seres queridos, un amigo muy especial está pasando por un momento duro y doloroso. Él siempre está a nuestro lado, siempre ayudando, compartiendo nuestras penas y alegrías. Ahora, en tan oscuro trance, una parte de nosotros no puede estar con él. Circunstancias tan adversas, como que él camión de la basura municipal te arranque el retrovisor de tu coche en una rotonda, hace que te quedes sin vehículo para recorrer la distancia física que hay entre tu amigo y tú. La física, sólo esa. Porque la parte emocional si está con él. Las emociones generan energías y las energías se pueden transformar en canciones. Así nació Febrero-Retrovisor.
12.5.09
Se fue
Creador infinito de letras y melodías donde expresaba como vivía, como sentía, como le dolía el trajín diario. Mejor que otros, mejor que muchos. Ajeno, a veces, a cuantos nos identificamos con esa lírica cargada de enfrentamientos cotidianos a circunstancias cotidianas.
Y hoy nos hemos despertado con su adiós. Enseguida sus fotos en los diarios digitales. Mi indignación hacia uno regional, donde una vez más pusieron esa foto indigente. Carroña. Como si no tuvieran en sus bases de datos, otras fotos promocionales.
Pero los que lo admiramos, los que lo respetamos profundamente por lo que nos dio y lo que nos hizo sentir, no recordamos esa mirada triste de quien espera el viaje definitivo. Nos quedamos con su imagen en los escenarios, con su guitarra y su chaqueta de cuero negro. Con sus ojos brillantes y el susurrar de sus melodías.
Quisiera que no te hubieras ido, quisiera que siguieras marcando esas bonitas metáforas sonoras.
Descansa en paz, Antonio Vega.
28.3.09
Diez segundos
Calculo que te bastaría con un solo segundo, para procesar el daño que me has hecho por cada uno de los años que he pasado a tu lado. Nada más. Siempre te he considerado una persona inteligente.
En mis sombras, soy consciente de que nunca lo has hecho a propósito, aunque no por eso ha dejado de molestarme y en consecuencia de dolerme.
Como yo no soy tu, mejor me callo y te ahorro la agonía.
Mi mente, que tan bien me conoce, se niega a privarme de tu recuerdo. Me permite visualizarte en cada sueño. Por lo que siempre ando deseando que llegue la noche, la cama, la oscuridad y tu rostro.
Y por la mañana, al despertar, con la taza de café quemando la yema de mis los dedos, me pregunto si volvería a tu lado.
No.
2.3.09
Las llaves
Y allí estabas. Con tu jersey polar azul invadido por gotitas de agua, la cabeza agachada, la mirada escondida en los cordones de tus zapatillas negras, susurrando que habías olvidado la llaves.
Te dije que pasaras y por dentro le di las gracias a San Judas Tadeo, patrón de los imposibles.
¿Dónde está la lluvia?
Pero la lluvia también puede ser un fenómeno fisiológico que se inicia con la condensación de sentimientos ofuscados dentro de las nubes del alma. Necesaria para el descargue de emociones, la lluvia tiene poderes sanadores.
"¿Dónde está la lluvia?, ¿Dónde está la lluvia?....Sanará."
23.1.09
Sombras
No te mires en el espejo. El espejo no dice verdades, solo delata cambios físicos.
Pero tu sombra no miente. Habla de tu espíritu, de tu estado de ánimo.
Una imagen proyectada sobre la pared o el suelo,es una clara indicadora de tristezas, alegrías, decaimientos, desencantos.
Hace poco observé como tu sombra bailaba en la verde y uniforme pared de la habitación. Sonaba esa canción que desde hace mucho es banda sonora de nuestro hogar. Te vi igual que hace años. El mismo encorvamiento de hombros, el mismo movimiento de brazos.
Esa sombra, mate sin brillos, mostraba ilusión y entusiasmo. Los mismo que descubrí hace algunos años. Eso que te hizo destacar entre toda la gente que se aglutinaba en aquel antro. Aquel en el que te vi por primera vez.