21.10.09

Solo apto para amigos

Allí estábamos los cuatro. En la puerta de la iglesia esperando que todo pasara lo más rápido posible. No por nosotros, para los que tampoco era agradable. Si no por ti y por los tuyos.
Mientras se sucedía la emoción y la tristeza, nos acordábamos de cosas tuyas y nos reíamos. Es inevitable no hacerlo. No, no reírnos de ti, reírnos de tus paranoias, de momentos que nos has dado, que nos provocaron hilaridad y sonrisas cómplices.
Más tarde, en el coche, ya de vuelta, recordaba ese instante. Pensé en el aprecio que te tengo y en el que otros también te profesan. No debe de ser casualidad eso de cosechar cariños ajenos. No debe de ser casualidad que otros se alegren con tu entusiasmo y se aflijan con tu dolor. Si es casualidad le pondremos la etiqueta "solo apta para amigos". Y con ello quedará claro quien eres para nosotros.

Estadísticas