
Pobre interior el de aquellos que no mirán dentro de sí. No lo cuidan, no lo abonan, no lo hacen crecer. Pobre interior el de aquellos que se dedican a mirar el exterior de los demás. Mientras lo descuartizan, lo desangran, lo asesinan, no se dan cuenta que su interior empobrece, que se extingue, así pierden sus fuerzas y agotan sus mentes. Pobre llama interior que se ve extinguida poco a poco por el oxígeno que otros respiran. ¿Acaso pueden dormir tranquilos en sábanas limpias? Sucios sentimientos de tristes quimeras que no pueden olvidar. Amén por esas almas.