22.10.06

El chip


Se despertó temprano, lo despertaron las gotas de lluvia que chocaban contra su ventana. En su cabeza, el pelo revuelto y enmarañado, en su memoria, las ideas trastocadas. Todos los días igual. El chip no arrancaba de la forma adecuada. Hoy como ayer y tal vez como mañana. Sin un solo día, un solo día en el que dejara de pensar en el pasado. Pero no podía, la duda estaba sembrada desde hacía tiempo en su conciencia. Su cara y amada gata lo miraba desde la mecedora, con sus inquisidores ojos grises, el mismo color que los ojos de Claudia. Otra vez su nombre, su imagen, sus palabras, su recuerdo. Se calzó las zapatillas de cuadros y arrastró su cuerpo hasta el baño, hoy podría ser el día soñado.

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