27.9.07

Tu tecla


A veces pienso en ti, pulso la tecla de tu recuerdo y aun me duele.

Cuando era pequeña y me hacía un moratón, lo observaba durante días: el primer día estaba morado verdoso, la sangre agolpada, un poco inflamado. Lo presionaba y me dolía, pero no me disgustaba ese dolor. Los días posteriores, lo seguía observando y repetía el mismo ritual. Cuando estaba desapareciendo y se tornaba amarillento, lo seguía presionando, con más fuerza, como si quisiera sentir el dolor del primer día. No se porqué, parecía que añoraba esa punzada que se disipaba. Eso me pasa cuando pienso en ti, en tu sonrisa, en tu mirada, en tus manos. Todavía me duele, aunque me molesta que ya no lo haga con la intensidad de antes.

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