Uno, dos, tres....pum.
Pistoletazo de salida.
Otra vez comienza una nueva carrera de fondo.
Pero este año es diferente. Es un año de mucha, mucha ilusión.
Mañana todos al cole, cada mochuelo a su olivo: Bruno comienza su etapa escolar, en el cole que muchas veces su padre y yo deseamos para él. Luis sigue disfrutando de su instituto, ese San José donde aprendió a manejar una tiza. Y a mí me ha sonreido la administración, dándome la oportunidad de enseñar donde fuí enseñada. Al terminar nuestras respectivas jornadas, todos juntos a disfrutar de los nuestros. Ha habido mucha gente a nuestro alrededor, emitiendo energía positiva para que esto sea posible. Gracias a Sergio (no voy a olvidar nunca tu favor), gracias a Emi y a Noe (vuestro día esta cerca, va a ser muy grande, esperamos estar a la altura y poder ayudaros en todo lo posible), gracias a Alberto (Albert our friend), a Pilar (nuestra peque Pipi, cuanto me gusta tus abrazos), a Miguel y a Carol ( por la dulzura, el aliento, el cariño, los momentos que nos dieron tanta fuerza), a Amalia (una lucecita galega en nuestros corazones),a Julián, Alicia y Dario (por compartir vinos y juguetes), a nuestras sangres ( papá, este año discutiremos más, es lo que tiene el roce), a todos aquellos que nos han llamado para expresarnos su alegría por que esta situación haya llegado a buen fin.
Hoy estuvimos en Deleitosa, gracias chicos por acompañarme. Tenía una deuda allí.