Lo sé, no soy así pero no puedo evitar representar este papel que me han otorgado.
Querría quitarme el disfraz, dejar el hábito para el monje, aunque a fuerza de interpretar estos rezos me estoy haciendo creyente.
Yo no soy así.
Lo sabéis todos aquellos que habéis comido de mis pucheros. Bien que llegabais cuando los manjares aún calientes no estaban sobre la mesa, no sé porqué ahora os quejáis por la falta de sal.
Yo no soy así.
Lo saben quienes aún no me conocen pero intuyen la comezón que recorre mi constipada alma cuando camino por las estrechas aceras haciendo recados malditos.
Yo no soy así.
Que queden por testigos estas letras rayadas portadoras de la fanfarria que me proyecta al infinito.