28.11.09

Perdidos en el supermercado


Después de baños, cenas, cuentos y buenas noches. Después de poner al fuego las cazuelas con la comida para mañana. Después de corregir exámenes, de elaborar nuevos ejercicios, de preparar la labor de aula del día siguiente. Después de poner lavadoras y de comprobar que zapatillas y babies están listos para otra jornada escolar. Después de pasear al perro, de ponerle su comida, de darle su ración de mimos. Después, sólo después y robándole horas al sueño ha vuelto a aparecer por casa Lúa Gramer.

Con los cascos en las orejas y con la ilusión en nuestros pensamientos hemos vuelto a aprovechar las horas nocturnas para transformar nuestras emociones en forma de canción. Sin hacer mucho ruido, la complicidad que nos une ha creado "Perdidos en el supermercado" una versión de The Clash, de su afamado álbum "London Calling". Nuestro granito de arena para el concurso que organiza "Hoy comienza todo" de RN3. No hay premio material, tampoco lo buscamos. Buscamos seguir disfrutando con lo que hacemos y lo hemos conseguido. Con creces.

"Perdidos en el supermercado" se puede escuchar en:

www.myspace.com/luagramer

11.11.09

El garabato

Llegó del colegio con una sonrisa en la cara y en la mano, un garabato.
Un garabato, un bello garabato. Tierno, dulce, lleno de encanto, una cuartilla plena de expresión, de infantes significados dibujados por un ser que salió de mí.
¿Te gusta mamá?. Me encanta mi amor. Paula dijo que es feo. Para mi es más bonito que el sol. ¿Lo ponemos en tu cuarto, mamá?. Claro, ahora lo pegamos. Te quiero mamá.

Y yo.

A ti, a tu garabato. Y a tu primera patada.

9.11.09

A quince kilómetros por hora

A quince kilómetros por hora viajan nuestras esperanzas, nuestros proyectos del mañana. A quince kilómetros por hora, velocidad lineal mantenida por mi respiración callada y por tu risa gamberra cada vez que tropiezo. A quince kilómetros por hora, mientras por detrás y por delante unos van, otros vienen. A quince kilómetros por hora, cada amanecer nos reímos del mundo y lo colocamos en el lugar donde más nos conviene. A quince kilómetros por hora, con otra vida a cuestas y el lícito secreto de que nadie alcance a saber lo que tramamos.
Las grandes velocidades están reñidas con los grandes momentos, por eso nosotros viajamos a quince kilómetros por hora.

2.11.09

Girando a compás patrio

Todavía no te echo de menos, pero sé que va a pasar. Sucederá, aunque tardaré, como siempre. Tal vez cuando me reúna con los nuestros en alguna alegría o en algún pesar, ya sabes, sólo entonces acudo. Hasta tú desde tu prudencia me llamabas descastada. No es reproche, estabas en lo cierto, es mi forma de ser, esa que nunca he fingido.
Cuando suceda me acordaré de ti, de tu tímida sonrisa, de la bondad de tus ojos, de tus juegos con mi hijo, de la noble paciencia que secretamente siempre te admiré. Pero hay un momento en el que será inevitable no recordarte, cuando suene el primer pasodoble después de algún vals nupcial, cuando la pista se llene y no vea tu porte bonachón girando unido a la presencia de tu compañera. Esa secuencia irrepetible para mi retina, formará parte de los recuerdos entrañables. Y seguirás girando, a compás patrio, sin que tu viaje definitivo pueda hacer nada para impedirlo.

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